Zita Vehil

Zita Vehil Riera

Photographer & graphic designer

miatlantida@hotmail.com // Telf: 627466599

 

Conocí la fotografía cuando trabajaba en una tienda de cámaras digitales, en plena Era Digital (2003). Un día un chico me vino con unos negativos en plata, formato 120. Aluciné. ¿Qué es? Mi jefa me contó lo que era, negativos con otro formato, utilizados con cámaras analógicas antiguas.

Aluciné. ¿Eso existe aún? Sí, pero te costará de encontrar.

Miré por google y llegué a la web de Lomography. 

Ahí estaba todo; cámaras analógicas de todo tipo, carretes de 120, 135, polaroids, revistas, etc. Me enamoré.

Estuve un tiempo mirando páginas web donde la gente presentaba sus fotografías-lomo, y de pronto pensé, como muchos otros: ¿Si ellos pueden, por qué yo no?

Empezó como hobby. Me compré la maravillosa Holga, una cámara-juguete, de plástico, originaria de Rúsia. Carretes de 120. Revelado cruzado. Múltiples exposiciones. Dimensión lomográfica. Un mundo alucinante. Click, click! 

Mejoraron mis resultados e hice un par de exposiciones. Gané un premio y se hizo un libro. Estuve en varias exposiciones colectivas, en Madrid, París y Londres (esta vez en el famoso Lomowall).

Pero hay que renovarse, ¿no? No se puede ser un lomo-lover toda tu vida. Hay que evolucionar, y conmigo, mi fotografía. Así que empezó El Proyecto Cocina. Open your mind.

Y trata de lo siguiente: obtener imágenes abstractas utilizando técnicas para la metamorfosis de los negativos. Cocino como un chef, utilizando agentes corrosivos; los negativos son susceptibles de ese tipo de retoque, por llamarlo así.

Busco la abstracción de la imagen. ¿Y qué es una abstracción? Bueno, yo creo que es una especie de engaño al ojo, y a la mente humana. Si tú observas un paisaje cualquiera, y poco a poco vas enfocando tu mirada a un punto en concreto, obtienes un pedazo de realidad, esa realidad que es el paisaje. 

Esa pequeña muestra de realidad no tiene significado. Y de hecho no es real, sólo forma parte de ella. Al aislarla, toma forma propia, y puedes darle el significado que quieras, la emoción que te sugiera, o nada en absoluto.

Enfoca tu mirada al cielo; haz zoom hasta el infinito. El cielo ya no es cielo. Es color, forma, textura. Sólo llegará a ser algo si tu imaginación entra en juego. Entonces el cielo azul puede estar formado por cuadrados, y uno de ellos puede ser tu casa. Vivirás en geometría imaginaria por un breve instante. Es como soñar. Luego te alejarás de ese punto y todo volverá a la realidad del paisaje. El cielo ya no será tu casa, y podrás poner tu imaginación en cuarentena. 

Bueno, pues esta es mi oferta. ¿Cocinamos?